Como emprendedores que somos y a los que nos apasiona todo lo relacionado con el mundo empresarial, ¿cuántas veces hemos deseado poder disfrutar de una oficina en condiciones?
En un mundo en el que los eventos de networking van ganando cada vez más popularidad, la oficina continúa siendo un espacio indispensable en todo negocio. Es el lugar en el que recibimos a nuestros clientes y donde posiblemente se llevan una primera impresión de nosotros pero, además, es el centro administrativo de todo cuanto hacemos en nuestro negocio.
Por ello, disponer de una oficina que ofrezca una sensación de confianza es fundamental para que los demás tengan una buena imagen de nosotros.
Sin embargo, no siempre es sencillo ponerse a montar una oficina. Existen una serie de cuestiones que deben ser consideradas antes de liarnos la manta a la cabeza y comenzar a comprar los elementos necesarios. Para ello, antes que nada debemos hacernos una serie de preguntas:
¿Quiénes son mis clientes? Es importante que sepamos cómo es el perfil de nuestro cliente real y potencial. Puede parecer una cuestión nimia, pero es muy importante a la hora de elegir el mobiliario y la decoración de nuestra oficina.
¿Qué imagen quiero dar? Tal vez deseemos ofrecer una imagen seria o, por el contrario, que nuestra empresa tiene un estilo desenfadado a la hora de hacer las cosas.
¿Qué necesito? Aquí entran en juego muchísimos factores como mobiliario, material de oficina, material informático, electrodomésticos, papelería, etc. Un buen consejo es acudir a alguna web de confianza y consultar su catálogo en busca de ideas y, por qué no, alguna que otra oferta.
Tras un primer vistazo de todo lo que necesitamos, ¿me sentiré cómodo? La primera persona a quien le tiene que gustar nuestra oficina es a nosotros mismos, de lo contrario corremos el riesgo de no sentirnos a gusto, lo cual repercutirá en nuestro trabajo y, por supuesto, en nuestras decisiones.
Una vez contestemos estas preguntas podremos tener una mejor visión de todo lo que nos hace falta y de cómo vamos a llevar a cabo nuestro proyecto de oficina.
A partir de aquí, el resto reside en el gusto de cada uno.